
Cómo las pantallas impactan la función orofacial y la salud de tus pacientes
En la era digital en la que vivimos, el uso de pantallas se ha vuelto omnipresente en nuestras vidas. Desde teléfonos inteligentes hasta computadoras y videojuegos, pasamos cada vez más tiempo frente a estos dispositivos. Sin embargo, este aumento en el tiempo de exposición a las pantallas puede tener un impacto significativo en la función orofacial, algo que los odontólogos y profesionales de la salud deben tener en cuenta.
El impacto de las pantallas en la función orofacial
La función orofacial, que incluye la masticación, la deglución y la respiración, depende de la coordinación de diversos músculos faciales y cervicales. Cuando pasamos largas horas frente a las pantallas, estos músculos se ven afectados de manera sutil pero significativa.
Alteraciones en la musculatura orofacial
Los músculos involucrados en la función orofacial, como los músculos maseteros, temporales y pterigoideos, tienden a sufrir tensión y fatiga debido a la posición estática y la concentración requerida durante el uso prolongado de pantallas. Esto puede llevar a cambios en los patrones de masticación y deglución, así como a la aparición de problemas como bruxismo y dolor muscular.
Además, la respiración también puede verse comprometida, ya que los músculos responsables de la apertura de las vías aéreas, como el músculo digástrico, pueden verse afectados por la posición de la cabeza y el cuello durante el uso de pantallas.
Consecuencias posturales
El uso prolongado de pantallas también puede generar cambios en la postura cefálica, con una tendencia a la inclinación hacia adelante y una mayor protracción de la cabeza. Esto a su vez provoca una compensación muscular, con una mayor actividad de los músculos trapecio y masetero, lo que puede desencadenar dolor y tensión en estas áreas.
Impacto neurológico del uso de pantallas
Más allá de los efectos musculares, el uso excesivo de pantallas también puede tener repercusiones a nivel neurológico. La atención y la concentración, funciones clave para el desempeño de tareas cotidianas y profesionales, pueden verse afectadas por la sobrecarga sensorial y la constante alternancia entre estímulos que caracteriza el uso de dispositivos digitales.
Además, los procesos cognitivos como la memoria, la toma de decisiones y la capacidad de resolución de problemas pueden verse comprometidos por los cambios en los patrones de activación neuronal asociados al uso intensivo de pantallas.
Estrategias de intervención
Como odontólogos y profesionales de la salud, es importante estar atentos a los signos y síntomas relacionados con las alteraciones de la función orofacial causadas por el uso excesivo de pantallas. Algunas estrategias de intervención que pueden ser útiles incluyen:
Recomendaciones para pacientes
- Promover la conciencia sobre el impacto de las pantallas en la salud orofacial.
- Aconsejar descansos frecuentes y ejercicios de estiramiento y relajación muscular.
- Sugerir ajustes en la postura y la distancia de visualización de las pantallas.
Ejercicios de rehabilitación
- Implementar programas de terapia miofuncional para fortalecer y reeducar los músculos orofaciales.
- Incluir ejercicios de control postural y conciencia corporal.
- Trabajar en la mejora de la respiración y la coordinación de los patrones de masticación y deglución.
Prevención de alteraciones funcionales
- Incorporar evaluaciones periódicas de la función orofacial en los controles odontológicos.
- Educar a los pacientes sobre la importancia de mantener hábitos saludables de uso de pantallas.
- Colaborar con otros profesionales de la salud para abordar de manera integral el impacto de las pantallas en el bienestar general.
Conclusión
En resumen, el uso excesivo de pantallas puede tener un impacto significativo en la función orofacial, afectando la musculatura, la postura y los procesos neurológicos. Como odontólogos y profesionales de la salud, es fundamental estar atentos a estos cambios y adoptar estrategias de intervención que permitan prevenir y abordar las alteraciones funcionales relacionadas con el uso de dispositivos digitales. Mediante la educación, la rehabilitación y el trabajo interdisciplinario, podremos contribuir a mejorar la calidad de vida y el bienestar de nuestros pacientes.